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LAS MASCARILLAS, CUALES USAR?

Las mascarillas, en España, son de uso obligado a partir del jueves 21 de mayo de 2020 en todos aquellos lugares públicos en los que no se pueda respetar una distancia interpresonal de, al menos, dos metros. Eso signficia que muchas personas, especialmente en grandes ciudades, deberán aprovisionarse de mascarillas para su utilización una vez vuelvan al trabajo, o puedan hacer determinadas salidas conforme su región pase a la fase 1 de la desescalada.

Pero, ¿cuál es la mascarilla más adecuada? Para resolver dudas, Marián García (más conocida en redes sociales como Boticaria García), doctora en Farmacia, divulgadora y profesora de la Universidad Isabel I, ha acudido a uno de los directos de Instagram de Muy Interesante.

Tipos de mascarillas

Podemos clasificarlas por su efectividad. Las más efectivas para filtrar las gotículas microscópicas de saliva que portan células potencialmente infectadas por el coronavirus son las de tipo FFP2 y FFP3 (filtering facepiece o, en castellano, mascarilla filtrante). Pero estas mascarillas tienen dos inconvenientes: son escasas, y están indicadas para el personal sanitario en hospitales; además, están fabricadas para durar ocho horas.

En segundo lugar, tenemos las mascarillas quirúrgicas, que se pueden conseguir en la farmacia a un precio muy asequible. Filtran un poco menos que las FFP, pero son igualmente muy efectivas. Su duración es de unas cuatro horas.

Los océanos ya están sintiendo los efectos del uso de las mascarillas. El hecho de que sean de un solo uso hace que tengamos que desechar muchas todos los días, con el correspondiente efecto en la contaminación. Por tanto, ¿cuál es la alternativa?

Mascarillas higiénicas: están recomendadas para la población general sana. Se pueden reutilizar, y son filtrantes, pero algo menos que las anteriores.

¿Qué mascarilla higiénica debo comprarme?

Según Boticaria García, hay dos especificaciones muy importantes en que debemos fijarnos para comprarnos una mascarilla higiénica efectiva: la primera es la respirabilidad, que debe ser igual o sueprior al 60 %. La segunda es la filtrabilidad, que debe ser superior al 90 %. Esta garantía de fabricación se puede encontrar fijándonos en la etiqueta, que debe indicar UNE0065.

¿Cómo se utiliza una mascarilla higiénica?

Las mascarillas higiénicas se pueden lavar, al menos, cinco veces, siguiendo las instrucciones del fabricante; normalmente, en la lavadora a 40 ºC es suficiente. Boticaria no nos recomienda utilizar alcohol u otras sustancias desinfectantes, porque podrían dañar el filtro.

En cuanto a las mascarillas caseras, con un tipo de tela no homologada, éstas no garantizan ningún tipo de protección frente al coronavirus, u otros patógenos.

Tomado de:

https://www.muyinteresante.es/salud/video/guia-rapida-sobre-mascarillas-cual-es-la-mas-apropiada-661590142284

Imagenes tomadas de:

https://es.123rf.com/imagenes-de-archivo/mascarilla_de_seguridad.html?utm_source=shareasale&utm_medium=affiliate&utm_campaign=742098_1195097&sscid=51k4_odqxv&sti=o4nkjdg0q4m2mx4zfp|

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COVID-19 y envejecimiento: ¿por qué afecta más a las personas mayores?

Hay varios factores que pueden favorecer que los adultos sean más vulnerables a sufrir complicaciones. Eso sí, las condiciones de salud general y la predisposición genética hacen que la inmunidad sea muy variable en cada persona.

 

Laura Marcos

21/05/2020

Desde las primeras semanas que los científicos empezaron a estudiar el impacto del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 en la salud humana, una de las primeras observaciones que se realizó fue que la letalidad de la COVID-19, enfermedad respiratoria que provoca el coronavirus, aumentaba progresivamente con la edad. 

La información que proporciona el NYC Health + Hospitals, una institución de salud de la ciudad de Nueva York, sobre la distribución de los casos de muerte por edad apuntan a dicha progresividad, acentuada si el paciente en cuestión padece alguna enfermedad adyacente, las conocidas como comorbilidades. 

 

Worldometers

En el gráfico superior elaborado por Wodlrometers, con datos actualizados a fecha del 13 de mayo, se observa cómo según aumenta la edad, también lo hace la tasa de letalidad del virus, siendo mucho mayor el riesgo de muerte en casos de enfermedades adyacentes, entre las que se incluyen diabetes, enfermedad pulmonar, cáncer, inmunodeficiencia, enfermedad cardíaca, hipertensión, asma, riñón, enfermedad hepática y obesidad. 

Por tanto, las personas de mayor edad son también las más vulnerables al coronavirus, y no porque tengan mayor facilidad de contagio, lo cual parece mantenerse uniforme en todas las edades; sino porque presentan más riesgo de sufrir una COVID-19 con complicaciones graves e, incluso, la muerte. 

Pero, ¿por qué esto es así? ¿Qué hace a un sistema inmunológico más vulnerable ante la COVID-19? La respuesta es múltiple y compleja. Hay varios factores que pueden favorecer que los adultos sean más vulnerables a la COVID-19. Guillermo Quindós Andrés, catedrático de Microbiología Médica de la Universidad del País vasco, señala a Muy Interesante cuáles son esos factores. 

Inmunosenescencia 

El primero resulta obvio, pero no ofrece una única explicación simple y absoluta: el sistema inmunológico también envejece, igual que todas las células y órganos del cuerpo. Así lo explica Quindós: “Con la edad, nuestro sistema inmune se va deteriorando, como cualquier otro órgano; es lo que llamamos inmunosenescencia, el envejecimiento del sistema inmunológico”. Un sistema defensivo natural del organismo más anciano también implica respuestas menos eficientes. Y una mala o ineficiente respuesta inmunitaria favorece que el coronavirus gane la carrera. Eso sí, como anticipábamos al principio del párrafo, no hay respuestas absolutas. Como recuerda Quindós, hay una gran variabilidad entre unas personas y otras”. Es decir, que también hay un componente genético involucrado en la salud de nuestro sistema inmunológico, o en la capacidad para mantenerlo joven por más tiempo, como ocurriría con otras áreas del cuerpo humano. “Algunas personas mayores poseen una respuesta defensiva que muchos jóvenes envidiarían”, reconoce Quindós. 

Otras condiciones que afectan a toda la población 

Enzima reguladora de la angiotesina 2 (ACE2)

Además de la edad, recientemente se están descubriendo otros factores de riesgo que harían a cada paciente más o menos vulnerable a la infección por coronavirus. Un ejemplo es la enzima convertidora de angiotesina 2 (ACE2), que tiene una función vasoconstrictora (que estrecha los vasos sanguíneos), entre otras. Esta enzima receptora actúa, además, como una especie de cerradura en nuestras células donde encaja la llave, en forma de proteína S (en espícula) del coronavirus.  

Estudios previos apuntaban a que los hombres parecerían tener un nivel más elevado de esta enzima en sus células, lo que les haría más vulnerables al coronavirus. Pero recientemente hemos conocido que no es tanto por un tema de cantidad, sino de calidad. Los receptores ACE2, dependen bastante del cromosoma X. Por tanto, se sugiere que los receptores de las mujeres (XX) son más eficientes o, más bien, que su función regulatoria se vería más preservada en las mujeres, en detrimento de los hombres (XY). No obstante, aún son necesarios más estudios para determinar con mayor seguridad esta cuestión. 
 

Inmunidad cruzada 

Otra de las conclusiones más interesantes, que ha salido a la luz recientemente en la revista Cell, es que el hecho de que las personas se hayan enfrentado con anterioridad a otro coronavirus podría haber generado una inmunidad que los haría más resistentes a la COVID-19. 

Para entender esto, tenemos que saber que existen siete tipos de coronavirus, que sepamos hasta ahora, que pueden afectar a humanos: 229E, OC43, NL63, HKU1, SARS-CoV, MERS-CoV y SARS-CoV-2. Los tres últimos seguramente te resulten familiares por haber leído sus nombres en los medios de comunicación. 

SARS-CoV-1 es el que provocó el brote de Síndrome Respiratorio Agudo Severo de 2003; MERS-CoV causó un brote de síndrome respiratorio de Oriente Medio en 2012; SARS-CoV-2 es nuestro pequeño ‘archienemigo’, que provoca la COVID-19. Y los cuatro primeros son coronavirus que provocan aproximadamente un tercio de los resfriados comunes. Es probable que tú, que estás leyendo este artículo, hayas pasado por uno de ellos en algún momento de tu vida. 

Pues bien, lo que dice el nuevo estudio de Cells es que cuatro de cada diez personas tendrían inmunidad frente al coronavirus SARS-CoV-2 sin haberlo pasado, debido a que muchos de estos virus presentan características en común. Un organismo que ha experimentado con anterioridad una infección por un coronavirus parece preservar cierto tipo de inmunidad o memoria inmunológica que le permitiría enfrentarse al nuevo coronavirus: una cierta ventaja. Es lo que llamamos inmunidad cruzada. 

Esta inmunidad ‘previa’, por otra parte, también explicaría por qué se estima que hay tantos casos asintomáticos o leves. 
 

Inmunidad cruzada en personas mayores 

Y volvemos al factor del envejecimiento. Quindós recuerda que, con la edad, es probable que esa inmunidad cruzada disminuya: “Todavía no sabemos cuánto tiempo dura la inmunidad, pero es probable que una persona joven que haya pasado por un coronavirus a través de un resfriado común haya generado inmunidad, que pocos años después le permita enfrentarse mejor al nuevo coronavirus”. 

Tomado de: https://www.muyinteresante.es/salud/articulo/covid-19-y-envejecimiento-por-que-afecta-mas-a-las-personas-mayores

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Científicos crean quinto estado de la materia

(y eso nos acerca a la teletransportación)

No es sólido, ni gaseoso, ni plasmático. Ni siquiera es realmente líquido: el quinto estado de la materia, o condensado de Bose-Einstein, está compuesto por átomos que están al nivel más bajo de energía. Esto provoca que todos se vuelvan idénticos, actuando igual a los demás y obteniendo una forma hasta ahora desconocida.

El condensado de Bose-Einstein tiene un comportamiento colectivo:
hace de la materia un solo gran átomo.

La única manera de obtener este quinto estado de la materia es enfriando los átomos por debajo del nivel de energía, esto es, cerca del llamado cero absoluto.

Científicos alemanes de la QUEST Leibniz Research School lograron crear el quinto estado de la materia en el espacio y que durara 6 minutos, contrario a los pocos segundos que había durado el condensado de Bose-Einstein en otros experimentos.

Se cree que el quinto estado de la materia puede tener muchas aplicaciones tecnológicas.

Por eso, los cálculos que hicieran Bose y Einstein hace décadas no han dejado de ser invocados por los científicos.

En 1995, los físicos Eric Cornell y Carl Wieman (ganadores del Premio Nobel en 2001) lograron enfriar lo suficiente los átomos como para crear el quinto estado de la materia a partir de un láser. Esta fue la primera vez que se pudo observar el condensado de Bose-Einstein. Pero como su método provocaba el movimiento de los átomos en un confinamiento magnético dependiente de la gravedad, su experimento no permitió observar el quinto estado de la materia.

Después, en 2010, científicos del Max Planck Institute of Quantum Optics llenaron una cápsula cilíndrica del tamaño de una puerta con algunos millones de átomos de rubidio –un metal alcalino blando que se enfría más facilmente– atrapados en un chip con láseres, energía, solenoides y una cámara. Los científicos arrojaron la cápsula desde una torre: la gravedad cero durante la caída permitió generar el quinto estado de la materia en el chip de átomos, pero sólo por unos segundos, los cuales fueron captados por la cámara.

Por su parte, el experimento de los alemanes que se llevó a cabo en enero de este año es el primero que logra crear el quinto estado en el espacio. Gracias a las condiciones de baja gravedad, los investigadores pudieron extender hasta por 6 minutos la inmovilización atomística, lo que dio pie a 110 experimentos controlados remotamente.

 

La quinta materia y los nuevos horizontes tecnológicos

Esto, junto con el reciente experimento que creó luz líquida a temperatura ambiente –que es una especie de quinto estado de la materia que se consigue a partir de luz–, abre sin duda un nuevo episodio en el desarrollo tecnológico. Gracias a sus cualidades conductoras y a su flujo inalterado, el cual permite transmitir información y energía sin desperdicio, se cree que la luz líquida podría ser el elemento central de dispositivos de teletransportación en un futuro cercano.

Aunque, por ahora, se espera que la luz líquida sirva para la producción de materiales superconductores para dispositivos como LEDs, paneles solares y láseres. Pero aunque estemos lejos de la teletransportación, no cabe duda de que cada vez cuesta más discernir entre ciencia real y ciencia ficción.

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